Seis semanas con los filósofos griegos de Ilaria Gaspari

Probablemente el libro que más he subrayado en mi vida, y quién me lo iba a decir cuando lo descubría a través de la TELVA de Enero (era la que regalaba la agenda más bonita) con estas palabras: «ILARIA GASPARI. Licenciada en filosofía, la joven italiana (Milán, 1986) nos enseña, por propia experiencia, cómo superar una ruptura recogiendo enseñanzas de seis escuelas de pensamiento antiguo. Pitágoras para el desamor.» Yo no tenía ninguna ruptura que superar más allá de que me considero eternamente rota por definición. Aún así, compartiendo nacionalidad y generación con Ilaria Gaspari y, habiendo sido un deseo incumplido de finales del 2020 el acercarme más a la filosofía griega de alguna forma, este libro me estaba provocando como Aquiles arrastrando el cuerpo de Héctor en Troya.

Ilaria, y la llamo por nombre porque después de leer su libro siento que podríamos pasarnos tardes enteras mirando a un punto fijo del salón de su casa, decide adoptar las doctrinas de seis escuelas filosóficas antiguas: la pitagórica, la eleática, la escéptica, la estoica, la epicúrea y la cínica. El orden no es casual, dentro de ella sabe lo que hace. Todo empieza, como decía TELVA Enero, con una ruptura que, inevitablemente, empuja a una mudanza.

Así, nuestra Ilaria decide empezar con la escuela pitagórica y sus reglas algo absurdas, y descubre, acatando la prohibición de andar por caminos muy transitados, lo siguiente:

Pero andar -quién lo hubiera dicho- le sienta bien al corazón. Cuando estás triste, caminar hasta que te duelen los zapatos es una de esas empresas que te llevan por fuerza fuera de ti, al mundo; que agotan los torbellinos de los pensamientos, y hace que te sientas libre, y luego agotada. Dos antídotos contra la tristeza no infalibles, pero útiles: la libertad y el agotamiento; la tristeza, para consolidarse y perdurar, requiere espacios cerrados, sofocantes, y energías. Como los vampiros, también ella teme la luz del sol.

Seis semanas con los filósofos griegos de Ilaria Gaspari, editorial Lumen

Y es leyendo esto cuando me levanto del sofá, le pongo la correa al perro y doy un paseo de más de una hora, aunque haga frío. Y entonces decido acompañarla en su experimento, intentar hacerme las mismas preguntas para de algún modo vislumbrar mis propias respuestas.

Avanzando hacia la semana eleática me acuerdo de cuando tiraba con arco, de cómo funcionaba la mente mientras el ojo derecho apuntaba al amarillo. Y de las veces que me pregunto al día a dónde pretendo ir, como si viviera atrapada eternamente en el meme de John Travolta en Pulp Fiction.

¿Y si fuéramos flechas inmóviles?¿Si apuntar hacia algo no fuera más que un mero accidente y no en una dirección que nos atrae, no un lugar al que es adecuado ir, no una meta, no un objetivo?¿Si no hubiera un blanco, ningún movimiento a algún lugar, ningún centro en que clavarnos? ¿Si no hubiera más que la movilidad suspendida de los instantes?

Seis semanas con los filósofos griegos de Ilaria Gaspari, editorial Lumen

Cuando da paso a la semana escéptica, de las más duras de seguir para mi gusto, me sorprendo al descubrir que siempre hay esperanza:

Ponerse límites también significa inventar caminos para evitarlos.

Seis semanas con los filósofos griegos de Ilaria Gaspari, editorial Lumen

Y si la semana escéptica es complicada, la semana estoica es la más subrayada del libro, durante la cual mis respuestas se lían a martillazos entre ellas:

¿Estoy segura de que diferir el placer no es una manera de negármelo?

Seis semanas con los filósofos griegos de Ilaria Gaspari, editorial Lumen

Pero Epicuro dulcifica y, como Ilaria, empiezo a ver la luz, a entender que no solo hay que verla si no también dejarse ver por ella, y respiro aliviada, pensando que si el viajecito para mí es duro, para Ilaria debió ser una auténtica locura:

Ningún placer es un mal en sí mismo, pero pueden serlo los medios para obtenerlo, recito como un mantra; la frugalidad no consiste en vivir muerto de hambre, sino en limitar las preocupaciones.

Seis semanas con los filósofos griegos de Ilaria Gaspari, editorial Lumen

Ilaria Gaspari deja a los cínicos y nuestro querido Diógenes para el final. Un poco por la libertad hardcore entendida casi como un trabajo, como algo que debe entrenarse a fondo, y un poco porque, como bien dice ella, la libertad exige preparación previa.

Cuanto más se acostumbra uno a no necesitar nada, más se siente, con poquísimo, dueño del mundo

Seis semanas con los filósofos griegos de Ilaria Gaspari, editorial Lumen

Seis semanas con los filósofos griegos de Ilaria Gaspari ha sido todo un acierto para el mes de la puesta en práctica de los buenos propósitos por excelencia, cuando es siempre inevitable caer en el ¿y ahora a dónde vamos y qué queremos dejar atrás?. Creo que si no me hubiese comprado la TELVA de Enero habría sido complicado toparme con un libro así, pero no me va a dar pena pensar en eso porque ya no importa. Seis semanas con los filósofos griegos me ha enseñado a aceptar todas las cosas que entran y salen de mi cabeza, recordándome que debo asumir la felicidad como un recorrido y no como un álbum de grandes éxitos. Es más laborioso, sí, pero también más gratificante.

Para conocer más sobre Ilaria Gaspari y Seis semanas con los filósofos griegos recomiendo esta entrevista para El Cultural.

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