El Cacaomeister es un coctel que me he inventado que consiste en mezclar un batido de chocolate con Jägermeister y que sirve para olvidarte de tus problemas actuales y para tener problemas nuevos con tu familia y para ponerte muy borracha y que todo el mundo vea cómo eres realmente y lo poco que se puede confiar en ti.
Gordo de porcelana de David Pascual, editorial Temas de hoy
Me huelen los pies. ¿Qué he estado leyendo esta última semana? Pero sobre todo, ¿por qué tengo la necesidad de anunciar que me huelen los pies? Cabe la posibilidad de que cuando se publique esto mis pies huelan a rosas y mediterráneo. Pero el pasado siempre nos persigue.
No puedo explicar qué onda tiene el Gordo de porcelana. Ahora mismo estoy bloqueada, empachada, como cuando te comes 10 doowaps seguidos en una acampada del colegio y no puedes hacer caca porque las otras niñas van a oír tus retortijones y se lo van a contar a todo el mundo. Dolo. ¿Quién no es Dolo? Dolo está jodidísima. Todos lo están. Y aunque duela verlo, es inevitable mantener la mirada en el esperpento, muy pendiente de hasta dónde va a llegar. IMPACTO TOTAL de Antena3.
De Gordo de porcelana me gusta que haya viñetas y retratos de los personajes intercalados con los capítulos, que los capítulos sean cortísimos, que Sofía y yo nos parezcamos un poco en lo estético, que la perfección ni está ni se le espera. Sin embargo, el capítulo El fenómeno de las fotocopias de Dragon ball de los noventa analizado bajo el prisma de los preceptos de la teoría de la imagen de Susan Sontag por Álex Motosierra SÍ me ha parecido la perfección.
Un collage de imágenes aleatorias se apoderaba de mi cerebro cuando lo leía, veía a Rita Barberà comiéndose un Frigopie, al Fullet Tortuga haciendo una ted talk sobre eco-activismo con un traje color salmón de tejidos reciclados y un primerísimo plano de sus tobillos tersos, a Felipe González pidiendo perdón enterrado en kilos de estiércol.
Hay cierto placer burgués en que los parias nos revelemos como lo que de nosotros se espera, como brutos, como bestias. Como animales de circo.
Gordo de porcelana de David Pascual, editorial Temas de hoy
Confieso que me he quedado con muchas dudas, que he perdido la noción de la realidad y que realmente, efectivamente, puede que no me haya enterado de nada. Gordo de porcelana me ha abofeteado como el cambio brusco de volumen de los anuncios mientras te derrites en el sofá. Siento que lo tengo que volver a leer y a la vez, siento que me dejará peor que antes. Me dejará peor que ahora porque me adentraré más en la cabeza de Dolo y, me temo, eso sería demasiado doloroso.