Deja el tarro de yogur en el frigorífico y le pregunta a Joanna si no le resulta raro, que le paguen por las horas que pasa en el trabajo: intercambiar, en otras palabras, bloques del tiempo extremadamente limitado del que dispone en la tierra por esa invención humana conocida como dinero. Es un tiempo que ya nunca recuperarás, añade Marianne. Es decir, el tiempo es real. El dinero también es real. Bueno, pero el tiempo lo es más. El tiempo consiste en física, el dinero es solo un constructo social. Sí, pero en el trabajo sigo estando viva. Sigo siendo yo, sigo teniendo experiencias. Tú no trabajas, vale, pero el tiempo también pasa para ti. Tú tampoco lo recuperarás nunca. Pero yo puedo decidir lo que hago con él. Frente a eso, yo me atrevería a decir que tu toma de decisiones también es un constructo social.
Gente normal de Sally Rooney, Literatura Random House.
¿Quedan conversaciones interesantes en el mundo real o hay que irse a la ficción para encontrarlas?, se preguntaba una quemadísima y robotizada por la atención al público autora de un blog llamado La Sarishe. Entonces, la bloguera encontró a Sally. A Sally Rooney. Ya sé que todos habíais leído ya sus libros, pero en su día se me pasó, como se me pasan muchas otras cosas. A veces, pienso que las buenas novelas se te aparecen cuando más las necesitas, como si fueran setas verdes del Super Mario que nos regalan una vida extra. Cuando pensaba que no tenía vida más allá de LO DE SIEMPRE, Gente normal y Conversaciones entre amigos me sacaron de ahí.
¿Quién puede querer que el aparato de Estado sostenga su relación de pareja? No lo sé. ¿Qué sostiene la nuestra? ¡Exacto! A eso me refiero. Nada. ¿Acaso me hago llamar tu novia? No. Llamarme tu novia sería imponernos una dinámica cultural prefabricada sobre la que no tenemos ningún control.
Conversaciones entre amigos de Sally Rooney, Literatura Random House.
Conversaciones entre amigos fue la primera novela de Sally Rooney, pero la segunda que leí. Mientras la leía con un enganche importante, como cuando no puedes parar de comer patatas fritas de churrería, pensaba en Orgullo y Prejuicio, en Cumbres borrascosas, en Madame Bovary, en Lady Susan… En definitiva, en todos aquellos libros que me han impactado por la forma en la que se retratan los aspectos más intrínsecos de las relaciones humanas. Sally Rooney publicó esto con 26 años. Me explota la cabeza.
Así es como se perpetúan los privilegios, me dijo Philip un día en el despacho. Capullos ricos como nosotros aceptando prácticas no remuneradas para acabar consiguiendo algún trabajo. Habla por ti, le dije, yo nunca voy a tener un trabajo.
Gente normal de Sally Rooney, Literatura Random House.
Gente Normal habla de Marianne y Connell, de sus idas y venidas, de una relación que nunca parece estar lista. Marianne y Connell son jóvenes y el mundo es bastante absurdo, se dan cuenta, intentan adaptarse, dan pasos para atrás cuando las cosas se ponen complicadas, pero siempre acaban encontrando cobijo en la mente del otro. Gente normal a veces me hacía pensar en la masturbación que previene el ataque de pánico. Me gustó mucho más que Conversaciones entre amigos. Cuando averigüé que era la segunda novela, y no la primera, y que la publicó tan solo 2 años después, con 28 años, sentí un vértigo impresionante.
Para mí, si hay algo que une las dos novelas es la persistente sensación de horror aletargado por vivir en este mundo, el contraste entre los personajes que pasan por el aro y los que no, ¿realmente merece la pena tener una actitud crítica frente a la realidad que nos rodea o es que simplemente no podemos evitarlo? ¿No sería todo más fácil si nos limitásemos a ser Gente normal, a tener las mismas Conversaciones entre amigos de siempre: RRSS, curro, viviendas de mierda?
Me han encantado las novelas de Sally Rooney porque me han sellado en la frente que, aunque duela, se vive más cuando se mantiene firme la mirada. Y estoy deseando leer lo próximo: Dónde estás, mundo bello.