Cuando eres niña, crees que los padres solo pueden hacer cosas ejemplares, y luego te enteras de que solo hacen lo que pueden. Listas, guapas, limpias de Anna Pacheco, editorial Caballo de Troya Llego como siempre tarde a uno de esos libros que llenan el twitter de elogios, muchos de ellos de gente a la…
Nuestra parte de noche de Mariana Enriquez
El problema no es si es posible entenderla. El problema es si habla para nosotros o solamente habla en su abismo, si lo que habla es el hambre sobre el vacío. Si tiene algo más que la inteligencia de la tormenta o la tierra cuando tiembla. Si es algo más que otra ceguera, solo que…
La vida mentirosa de los adultos de Elena Ferrante
Don Giacomo hizo un gesto con la mano como para indicar una distancia indefinida y reparé en que en los dedos y el dorso de la mano y en la muñeca tenía unas grandes manchas violáceas. – Dios anda por ahí- dijo sonriendo. – ¿Y la oración?. – Estoy débil, evidentemente se ve que solo…
Soy Zlatan Ibrahimovic, mi historia contada a David Lagercrantz
Es fácil sentir que se tiene poca importancia cuando se acaba de entrar en un club. Todo es nuevo y la gente tiene sus papeles bien definidos, sus puestos e incluso sus conversaciones. Lo más sencillo es mantener la distancia y estudiar el ambiente del lugar. Pero entonces se pierde iniciativa. Se pierde tiempo. Soy…
Siroco
<<A esta mujer le está dando un Siroco, solo hay que verla>>, le dije a mis múltiples personalidades mientras veía como goteaba su desprecio teñido de barro por todo el espacio que compartía coordenadas con sus ojos. No había signos de amabilidad, el calor del odio a sí misma fundía cualquier sonrisa y sus familiares,…
Tramontana
Por dondequiera que vas escampas y democráticamente repartes entre los presentes, sin mirar a los ojos. Manos vidriosas chirriando al frotarse, temerosas de posarse sobre superficies inestables. Pero la Tramontana solo molesta a aquellos que no tienen nada que ofrecer, aquellos que están pero no son, aquellos que solamente son capaces de mirar hacia dentro….
El mar todo lo cura
Cuatro veces cuatro remolinos recorriendo tu pelo. Brotando de la noche a la mañana sin tiempo a reaccionar, tomando café hirviendo a destiempo. «El mar todo lo cura», decíamos. Baños de agua salada y nosotras imaginando que las burbujas del desencuentro son puertas a otros mundos, mares de posibilidades que se quedan aquí, envolviéndonos, recordándonos…
El agua más pura
«Es el agua más pura», decía el conductor del autobús mágico. Su entusiasmo se quedaba impregnado en los cristales, llenando el vehículo de luces de colores. Así me sentía yo, como un rayo atravesando una ola 3 segundos antes de romperse contra un acantilado. Como si la destrucción fuera el inicio del proceso. Como si…
Cangrejos
Quiero explorar la verticalidad como los cangrejos. Servirme de las imperfecciones de los terrenos hasta hacer de ellas rutas salvajes. De aquellas que acaban indicando el camino a lo primario, a lo permeable. Hundir los dedos en la arena para absorber cada una de las burbujas que luchan por llegar a la superficie, donde mueren…
Las rocas también respiran
Las rocas respiran oxígeno verde azulado mientras sudan los sueños turquesas de los veranos rotos. La piel tirante se expande para empaparse del recuerdo, como si aquello que ya fue pudiera recuperarse con una sota. Los ocres atenúan el dolor de un azul intenso que se embravece en el infinito mientras nosotros nos hacemos pequeños….