Ante los envites del poder no hay que doblegarse ni deprimirse: hay que radicalizarse.
Lectura fácil de Cristina Morales, editorial Anagrama
Como siempre desde el 13 de marzo del 2020, el Club CORONA solo recomienda libros que te alteran, que te hacen circular la sangre, que te desagarrotan las piernas. Lectura fácil es sin duda como una de esas cucharadas de ColaCao a palo seco que te hacían ver las estrellas:
El yayo Karl decía que alienación es la desposesión del obrero con respecto a su manufactura. Yo digo que alienación es la identificación de nuestros deseos e intereses con los deseos e intereses del poder. La clave, sin embargo, no está en dicha identificación, que se da constantemente en democracia: creemos que votar nos beneficia y vamos a votar. Creemos que los beneficios de la empresa nos benefician y trabajamos eficientemente. Creemos que reciclar nos beneficia y tenemos cuatro bolsas de basura distintas en nuestros pisos de treinta metros cuadrados. Creemos que el pacifismo es la respuesta a la violencia y recorremos diez kilómetros haciendo una batucada. La clave, digo, no está en la ridícula vida cívica sino en su constatación, en darse cuenta de que una está haciendo lo que le mandan desde que se levanta hasta que se acuesta y hasta acostada obedece, porque una duerme siete u ocho horas entre semana y diez o doce los fines de semana, y duerme del tirón, sin permitirse vigilias, y duerme de noche, sin permitirse siestas, y no dormir las horas mandadas se considera una tara: insomnio, narcolepsia, vagancia, depresión, estrés.
Lectura fácil de Cristina Morales, editorial Anagrama.
Lectura Fácil, Premio Herralde de Novela 2018, es un libro de lectura DIFÍCIL. Al menos para mí, un pobre ser mortal. No te confundas, las páginas pasan y pasan y sin darte cuenta, ya es hora de cenar. Lo verdaderamente difícil es aguantar el tipo sin sentirse interpelada por sus personajes, sus tajantes opiniones, sus más que obvias preocupaciones, que puestas en el papel, te recuerdan que más de una vez has podido participar en el juego de los miserables. En el mejor de los casos lo habrás hecho sin darte cuenta, así que no te rayes. No eres tú, es el sistema ¯\_(ツ)_/¯.
Hasta eso quiere decir superarse: normalizarse: volverse ciudadano, volverse igual. El espíritu de superación, qué sibilinas que son las palabras, es el espíritu de normalización. Deja de ser quien eres para convertirte en un mediocre más. El espíritu de superación es, pues, el espíritu de la mediocridad. ¿Y qué es un mediocre? Mediocre no es un corredor que queda el vigesimoctavo en la clasificación, no. Ese puede ser, simplemente, un mal corredor. Mediocre es el ganador de la carrera que en el podio agradece su victoria al banco o a la petrolera que lo patrocina. Mediocre es lo inofensivo.
Lectura fácil de Cristina Morales, editorial Anagrama
Todavía no he explicado de qué va la novela. Al haber un montón de resultados en Google al respecto (hasta en la sección lifestyle de woman.es, lol), no me enrollaré mucho: Lectura Fácil narra las vicisitudes de Nati, Marga, Patri y Àngels, cuatro mujeres primas y discapacitadas, en un piso tutelado de Barcelona. La más espectacular, la que nos abofetea constantemente con su «síndrome de las compuertas», que viene a ser algo parecido a ese estado de ánimo por el que constantemente te preguntan ¿qué pasa, que tienes la regla? reconvertido en discapacidad, es Natividad. Siempre con un nivel más alto de libertad que el tuyo, recordándote con cada uno de sus «ataques de sunormalidad» que estás atada de pies y manos aun cuando crees que las cosas te las estás organizando por tu cuenta.
No viviremos presas entre cuatro paredes pero vivimos presas en una ciudad entera, bajo el absoluto dominio del totalitarismo del mercado que nos tiene muertas en vida echando diez horas de trabajo de camareras o de becarias, soportando explotaciones y vejaciones, robándonos las ganas de vivir, de follar e imponiendo que solo nos relacionemos entre nosotras a través del dinero.
Lectura fácil de Cristina Morales, editorial Anagrama
MOMENTO INTROSPECTIVO INESPERADO: Últimamente, con esto del confinamiento, tengo la sensación de que me han arrebatado la capacidad de contar bien lo que pasa, aunque lo que esté pasando ocurra en libros, es decir, lo que viene siendo dentro de mi cabeza. Me esfuerzo con estas reseñas porque quiero mantener la posibilidad de ver más allá de lo propio. Sin embargo, he de admitir que es imposible. Que no sé si son estos libros que están viniendo a mí señalados por alguna fuerza superior o simplemente me agarro a un clavo ardiendo, permitiéndoles invadir por completo mi interior hasta mancharlo todo. ¿Quizá ésta sea la verdadera manera de leer libros? Seguro que a sus autores les parecerá magnífico, que sea incapaz de mantener sus obras como algo ajeno a mi cotidianidad, pero yo que sé. Con algunos, especialmente con éste, siento que necesito guardarles luto unos días hasta poder empezar con otro. Es como si fueran LO ÚNICO que me pasa. Y AHÍ LO DEJO.
Termino esta reseña-momento confesionario de GH afirmando a pecho descubierto que Lectura fácil es un libro increíble, enriquecedor, de esos que te ensanchan el cerebro, que te dejan agujetas cerebrales, que te hacen leer y releer párrafos y páginas enteras, siempre con la angustia de no estar dejándote nada por el camino. Me ha enseñado cosas sobre la libertad individual que jamás me había planteado, al menos no a niveles tan profundos, pero sobre todo, me ha recordado que todavía queda muchísimo camino por recorrer por dentro y por fuera y, desde estas cuatro paredes, eso nunca está de más.